Semana 5: Las historias
Esta semana fue muy corta. Se sintió brevísima, no sabría decir porqué... Por lo tanto también seré breve en este reporte.
Esta semana que terminó hoy Domingo, traté de aplicar las reglas que me propuse en la entrada anterior, lo cual fue relativamente sencillo... Claro, no recordaba lo emocionante que es seguir una serie (para adultos) y me pasé de número de capítulos diarios ayer Sábado. En parte era porque no tenía mucho más que hacer, y en parte es porque seguir historias es de lo que más me gusta en esta vida.
Me había propuesto retomar la lectura durante este tiempo de ayuno y lo hice, pero leí textos teóricos y libros de historias cortas. Hace mucho no leo una novela, y tengo una razón para esto: Hace un par de meses terminé una serie larguísima que había estado viendo durante 6 meses, y el final me decepcionó. Esa misma semana terminé de leer la novela que había estado leyendo esos días, y el final fue tan trágico y triste que lloré por varios días de solo acordarme. Como soy tan sensible me involucro muy fácilmente, y quería descansar de compartir tanto sufrimiento con aquellos personajes, así que evité las historias largas a propósito.
No sé qué tan válido sea esto, pero siento que no seguir una historia me hace perder el propio hilo conductor de mi vida. Yo siempre me estoy pensando narrativamente, como si mi vida fuera una historia que yo narro unas veces y otras veces protagonizo. La narración cambia según el estilo de la historia que esté siguiendo ya sea leyendo o viendo una serie, así que el par de días que he vuelto a seguir una serie, he vuelto a tener sensación de control y linealidad en mi vida.
En la entrada anterior escribía que durante este mes he tenido problemas personales y cantidad de sucesos han afectado mis planes. Estaba sintiendo dificultad para ver las cosas con claridad... Tuve que abandonar proyectos, otros tomaron un lugar más importante, y se me desordenó la rutina que tan cuidadosamente tenía dirigida hacia ciertos objetivos. Cuando recuerdo las metas, y con una voz que vaya narrando en mi cabeza, sé en qué sentido debo dirigir mi cotidianidad. Al terminar esta serie que recién empecé, continuaré con una novela que me ayude a seguir "reordenando" mi vida.
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