I

Bienvenidos, señoras y señores, al rincón de Clementina Evangelina.


Leo y como consecuencia, escribo un poco; escucho y como consecuencia, compongo, toco y canto. Confiada cantautora, limitada como escritora. Definitivamente un fracaso como oradora, mi mente es muy rápida o muy lenta, supongo, y las palabras al hablar se me atropellan o se me pierden.

Sin embargo, a pesar de no hacerlo excelente, toda mi vida he escrito: llevé un diario desde los 9 años. La costumbre comenzó para llenar el vacío que me dejó cambiarme de casa y separarme de mis amigos del barrio. Si al contar mis amigos actualmente son pocos, de niña eran escasísimos. En especial extrañaba a mi mejor amiga de esa época, cada vez hablábamos menos hasta que a los 13 años, nuestra comunicación fue casi nula y luego desapareció por completo. 

Resultó que no fui una adolescente muy convencional, y me resultó difícil convivir con las personas a mi alrededor, entiéndase familia y compañeros de colegio. Tenía muchas cosas que escribir entonces, y día tras día fui acabando cuadernos enteros hasta que opté por utilizar un folder al que podía añadirle más hojas cuando me faltaran y sacar las usadas o las de días que prefería olvidar. 

Hoy, más de 10 años después, no escribo diariamente. Al entrar a la universidad me quedó cada vez menos tiempo e inspiración. Pero una vez más tengo algo que contar, y lo he retomado.

Los acontecimientos de estos últimos meses no pueden quedar sólo para mi, así que voy a compartirlos con ustedes. Con ayuda de mis diarios, les contaré lo que ha pasado. Una que otra vez el relato estará acompañado de un dibujo, y tal vez escucharán la canción que escribí para ese momento, según lo que sentí.

Por favor diviértanse, sientan y transfórmense conmigo...




Comentarios

Entradas populares